miércoles, 2 de enero de 2008

Las manchas de sangre

La velada se había prolongado.
El cambio de hora no favorecía el descanso.
Ni los humanos ni los perros se ubicaban en el mundo... -3 GMT, -2 GMT,-4GMT…
Así fue cómo su irracionalidad se vio potenciada esa noche. Los petardos, las luces, los ruidos, que anticipaban la partida de un año viejo, los alteraba. Bajaban las escaleras en tropel, subían, abrían persianas, se asomaban a la noche… Mi voz de mando era desoída. Nada los calmaba, ni los ponía en sus cabales. Esa noche mis canes lucían insurrectos.
El cansancio me venció. El inconsciente se apoderó de mi agobiado físico, y el silencio llegó. El descanso reparador. Pero fue corto, muy corto.

De nuevo el descontrol. Pujaban por salir, para lo que necesitaban mi ayuda. Su pedido era insistente. Con su cabeza, buscaban mi mano. Su olfato en mi cara. La insistencia parecía decir “Abrinos ya!!”.
Sin entender razones, me levanté cuan autómata. Desandé los escalones. Llegué a la puerta que da al fondo, y les dí la libertad tan demandada.
Seguía cansada, pero reconciliar el sueño, en esas condiciones parecía una utopía… El día ya despuntaba sus primeras luces.
Me decidí por un desayuno ligero, una lectura de diario y comenzar la jornada.
El patio se ofrecía como el lugar más seductor.
Desayunar afuera, significaba montar un escenario. Sacar sillones, ubicar almohadones, desplegar un mantel en la pequeña mesa.
A esos menesteres me abocaba, cuando mi mirada se posó en el piso. Ahí estaban… las manchas de sangre. Sorprendida refregué mis ojos, intentando aclarar mi vista. Sí, era indudable, manchas de sangre. Copiosas. Grandes, densas…

Busqué una huella. ¿Hacia dónde se dirigían? Hacia ningún lado. Nacían y morían ahí. En un círculo acotado.

Busqué vestigios de la víctima…. Plumas, rastros…. Nada…

¿Habrán sido estas manchas la razón de la inquietud de mis perros?
Mi cabeza iba a mil… ¿Qué hacer?....
La pesquiza debía comenzar. Llamar a los probables testigos se imponía como el primer paso. Mis perros. Uno a uno los fui convocando.
Ante su silencio, la revisación minuciosa de sus físicos era lo que me faltaba realizar, para evitar que alguno estuviera desangrándose. Orejas, patas, lomo, la panza.
Nada. Ni vestigios de heridas.
La boca. Sí. Abrir la boca en busca de restos de algún plumífero que no hubiera llegado a destino, y su cuerpo se hubiera atascado en sus dientes y su sangre se hubiera licuado en mi patio….
"Tina, Oky, Canela, abran la boca"…
Nada…..
El misterio seguía sin develarse.
El tacto me daría nuevos indicios. La punta del dedo gordo sobre la mancha, me permitiría precisar tiempos. Manchas secas, crimen nocturno. Manchas frescas, episodio reciente...
No sin impresión, acometí sobre una de ellas.
Sorpresa. Mancha en relieve!...¿Relieve?
¿Sangre con relieve? Órganos!!! El caso se volvía más serio…
¿Órganos, de qué tipo?
Anteojos!! Rápido. De mi cansancio, ni recuerdos. De mi desayuno, la taza fría que nunca llegó a la mesa.
Mis anteojos por favor!
Vuelvo sobre los indicios. Me acerco, me agacho. Estiro mi mano. Apoyo el índice sobre la mancha. La palpo, la siento. Suave, blanda… se deforma ante la presión.
La raspo con la uña, se despega… Se amolda entre las yemas de mis dedos. Rueda...
Click…. Mi mente despierta…. La noche previa…. Un regalo navideño… las niñas… la fábrica… su creación… La plastilina roja!!!!


Myrtita

2 comentarios:

Anónimo dijo...

estimado mr.watson:
de sus comentarios podria hacer las siguientes deducciones:
1.-sus mascotas tienen tristes antecedentes de violencia y criminalidad entre ellos mismos y para con otras bestias del Señor que osaren transitar por sus dominios.
2.- su visión ( de Ud.)ha disminuido en forma alarmante
3.- Mis hijas son unas despelotadas y dejan todo tirado.
4.- Mis hijas han apreciado mucho su regalo y han jugado con ël ni bien lo recibieron.
5.- Debe Ud. descansar más.
6.- Su mail es muy comico, y no carente de suspenso
atentamente
-alicitas Sherlock Holmes

Anónimo dijo...

Estimada amiga:
He notado que tus dotes literarias han trascendido la esfera del género novela para incursionar en lo policial,de suspenso.Realmente te has convertido en la Agata Christie paranaense pudiendo mantener en suspenso al lector hasta el más ultimísimo momento.Es un relato plagado de imágenes (las que debo destacar que no podés apreciar sin la compañía de tus gafas)ricas en metáforas y sensaciones visuales, olfativas y táctiles. Así que para mí es un 10!!!!!
Ale de San Agustín