domingo, 31 de mayo de 2009

Cosecha 78

Que ciencia la de los catadores de vino! Estudian, se dedican, forman su ciencia, involucran todos sus sentidos para llegar a la justa valoración del vino, para llegar a una conclusión fundada.
Nada más lejano de estos enólogos son aquellos, que por solo ejercer el arte de chupar, catalogan los vinos, intentando impresionar con sus apreciaciones a sus pares.
Sin poder anclar mi mente en el tiempo, recuerdo que en alguno de los últimos eventos, la provisión de vinos fue excesiva.
La artillería de botellas con que se disponían a afrontar la velada era exorbitante. Nadie quedaría en pie, si se llegaba al fondo de ella.
Pero la discreción ganó, y sobró vino. Vino que se guardaría para la próxima vez.
Además de las botellas cerradas, quedaron varias botellas con restitos, que tapadas cuidadosamente, fueron dispuestas en la puerta de mi heladera para ser tomadas la próxima vez.
Todo bien hasta ahí.
Pero la próxima vez se demoraba y las botellas en la puerta comenzaban a incomodarme, ya que le quitaban el espacio a cosas que consideraba más necesarias.
Ahí paraditas lucían sus etiquetas. Todas etiquetas diferentes, más allá de que todos los contenidos tenían el mismo color.
Así nació una idea que fue creciendo, creciendo y tomando forma, convencida de que esta idea que nacía era fantástica, práctica e inigualable. Sin dudas ejecutarla sería lo mejor.
Aquella tarde la insinué públicamente. Brevemente la idea encerraba la posibilidad de aplicar una defragmentación con las botellas, en una impecable analogía informática, con el fin de optimizar el espacio.
En todas las botellas existía un espacio vacío. Con este método, se aprovecharían espacios, con solo verter el jugo de uvas de una botellita a otra. Total todos los contenidos eran negros.
El grito de “-NI SE TE OCURRA!!!!” traspasó los límites de mi cocina
- Semejante herejía!!! Siguió el argumento.
- Y ¿quién se va a dar cuenta? pregunté.
- ¡Cualquiera se va a dar cuenta! TODOS se van a dar cuenta!. ¡Son vinos diferentes!!!
- Ah! respondí, sin avanzar en el tema, pero también sin perder la convicción de que mi idea era lo mejor que podía pasar.
Las botellas ocupaban espacio. Mucho espacio, demasiado espacio. El espacio de esos vidrios era excesivo para su contenido.
La razón me decía que debía juntar todo en una.
Sin dejar de obedecer a mi razón eso hice.
Busqué la botella que tenía la etiqueta más linda, y esa botellita se convirtió en la receptora de la transfusión.
Busqué un buen corcho, el más lindo, el más sano y cerré así herméticamente la nueva variedad etílica, a la espera de la próxima vez.
Llegó el momento de la próxima vez, y con ese momento, botellas nuevas a mi heladera.
Al momento de destapar la primera, hice una moción.
- ¿Y si primero toman la botella que quedó del último encuentro?
Poniendo a su disposición mi elegida botellita para la degustación.
- Y ¿que tal el vinito? pregunté desafiando la ciencia enóloga de esos que siempre tienen la palabra.
- Muy bueno.... es una muy buena bodega!!!
- Y la mejor cosecha, agregué.
Myrtita

My discos

Con poco tiempo para palabras,
pero con un ratito para la acción,
me di un gustito.
Una nueva producción,
unos discos para mis hermanos!!!!
En el día después de los trabajadores.
Sin retoques,
así como lo vivimos!!!!
Con ustedes my discos
mejor dicho, NUESTROS discos!!!


Myrtita