jueves, 1 de enero de 2009

Promoción ´78 presentes!!!

Portar la bandera era un privilegio, un honor, que se reservaba para premiar un desempeño académico. Más o menos así, creo que era esto, y sin darme cuenta, hace treinta años, me encontré portando una bandera.
La cara visible de toda una promoción. Un honor, al que no se podía renunciar.
Era principio de diciembre, hace un año, cuando mi amigo me recordó, “- Este año se cumplen 30 años, y no te podés borrar…”
Desde mi fuero íntimo, estaba convencida de que no quería ser parte de esa organización. Pero callé, el NO, no me salió en esa oportunidad. Sólo sonreí y asentí, como quien asiente a algo por compromiso.
Pero la vida quebró una rama, y hoy me doy cuenta de que esa noche, sin saberlo había sido depositaria nuevamente de una bandera, de un legado, de una misión. Debía reunir la promoción 78 y celebrar, de alguna manera, celebrar la vida, en un compromiso tácito que había quedado sellado, aún sin mi palabra.
El dolor no se hace amigo de las fiestas. Los ánimos no eran ánimos de fiesta. Sin embargo mi amigo era amante de las fiestas. Mi amigo era el abanderado de las fiestas y con certeza sabía que él quería la fiesta.
Así, de manera incoherente comenzó la organización.
A juntar la gente de aquellas épocas desparramadas por la vida, a contactar personas cuyos nombres aparecían sin rostros, que se escondían en nuestras rebeldes memorias.
Gente del A, del B, del C, del D y del E.
La lista de la promoción 78 llegó a mis manos. Con nombres y apellidos, direcciones y teléfonos, incluso con mails registrados hace años.
Teléfonos inexistentes. Direcciones cambiadas. Gente que ya no estaba. Gente que había dejado Paraná.
El mail me parecía la mejor forma de reunirlos. Pero la promoción 78, es de 1978, del siglo pasado, de la argentina de las cartas y del teléfono.
¿Cómo era posible que no todos tuvieran un e-mail?
Ahí comenzó el desafío. Chequear las casillas de correo garabateadas en aquella lista, que en muchos casos habían cambiado o eran inexistentes.
Tendimos redes, armamos la comisión, y una dirección de pivote para coordinar. Poquito a poco superamos el centenar de e-mails.
Comenzamos con los mensajes, con las novedades, con los pedidos.
La frecuencia de respuesta era muy variada. Al toque, a los pocos días, a la semana, a las semanas, al mes, nunca.
El teléfono se revalorizó como forma de comunicación en las reuniones. El contacto sincrónico fue considerado más efectivo. Las colgadas, el te contesto en unos días, el seguro que sí, pero no, fueron las respuestas que acumulábamos.
La diversidad era grande. Queríamos a TODOS, y TODOS parecía imposible, es más, MUCHOS parecían imposibles en estos tiempos en que la gente no tiene tiempo.
No claudicamos. Insistimos.
Cada reunión se presentaba con una estructura formal, con cosas puntuales para decidir. Nada se decidía. Las anécdotas se cruzaban rompiendo la formalidad y el orden. No obstante se avanzaba.
El tiempo también avanzaba. El 27 de diciembre tan lejano llegaba.
Con pronósticos de lluvia un día, con sol radiante en los informes del día siguiente. Sin saber cómo estaría a escasas horas de comenzar.
Con ansiedad, con alegría, con nerviosismo.
El encuentro ya llegaba.
Llegó, con calor, con lluvia y con magia. Con la magia del reencuentro de amigos. Con la magia del reconocernos tras las huellas que nos dejaron los años.
Algunos igualitos, otros cambiados. Algunos cambiados en positivo, otros diferentes. Que, mira a fulano, que linda mengana, que gordo, que flaca, que viejo aquel, que canas aquella…
Pero más allá de todo lo que aparece, esa noche volvimos atrás.
Dimos vueltas las agujas del reloj 30 años para atrás. Reímos, bailamos, charlamos, nos contamos la vida, recordamos la vida.
Esa noche no existió más que un centenar de jóvenes viejos que quiso detener el tiempo, que se resistía a partir cuando el sol marcaba el final de la noche y se llevaba la magia.
La rama quebrada movió las aguas. Esperé a que se calmaran. Pude ver el fondo de nuevo.
El reflejo de los rostros, los rostros jóvenes de los jóvenes viejos, embarcados en esa ilusión del reencuentro.
A un año digo Gracias Luis por haberme dado la bandera. Quiero que sepas que intenté portarla con orgullo y desafío, con más orgullo de aquella que porté hace treinta años.
Sin querer, me dejaste al frente de una promoción, pero esta vez porté los valores de la amistad y la fraternidad.
Esta vez la porté por vos, para de alguna manera regalarte la magia que vivimos esa noche.
Se que más de uno, sin decirlo miró en algún momento el cielo y te vio soplando nubes, despejando estrellas.
Por esto solo te digo Gordito, SALUD!!! Y Misión cumplida!!

Algo más, algo esperado y demandado un regalito que se abre con un click en la invitación.



Myrtita

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde Italia llegó...
Querida Myrta estoy leyendo con mucha atencion y mucha emocion tus QQQ y te agradezco porque es una hermosa forma de mantenernos unidos. Yo soy una nostalgica y si bien entre nosotras nunca hubo mucho contacto, en este momento vos nos estas acercando a todos y eso no tiene palabras y para mi es de un valor emotivo incalculable porque me permite en cierto modo estar cerca de mis afectos y mis recuerdos. Te agradezco mucho lo que estas haciendo. Te pido solo que manden fotos asi las veo y disfruto de la joda que me perdi!!!!!!!!!!!!!!!
Te mando un abrazo fuerte, mis mejores deseos de un feliz 2009 y un saludo a todos los companieros, amigos y gente querida
Gracias otra vez y no dejes de escribir
Un beso

Anónimo dijo...

Desde Córdoba...
Cortito pa que no me gane la emoción y la nostalgia: ME ENCANTO VOLVER A VERLOS!!!! aunque me quedé con ganas de hablar con muchos y de ver a los que no pudieron estar.Creo que no es poca cosa que luego de tantos años perduren las ganas de juntarnos. Felicito a los organizadores por la pila que le pusieron y sugiero para la próxima un picnic del estudiante de todo un día!!! (con guitarreada incluída) En esta lista faltan muchas direcciones, si alguien tiene, plís comparta. Y quiero fotos!
Les deseo un muy buen 2009! Un abrazo a todos y cada uno.
Hasta la próxima!

Anónimo dijo...

Desde Los Conquistadores....
FELICITACIONES POR LA ORGANIZACIÓN, EXTENSIVO A LOS DEMÁS ORGANIZADORES. ESTARÍA BUENO ACORTAR LOS AÑOS DE REUNIÓN.
LO PASAMOS MÁS QUE BIEN.

Anónimo dijo...

Me encantó lo que decis, como te dije en el anterior mail, la noche fue mágica y ojalá volvamos a vernos todos pronto.
Un beso enooooorme

Anónimo dijo...

Myrtita, realmente el espiritu del Gordo con Mayúsculas estuvo ahí y sí yo fui una de esas que le pedí que todo ese día fuera especial con su guía y lo logró y desde algún lugar les dió fuerza a uds. para lograr eso tan mágico que solo nosotros promoción 78 podemos entender. Gracias ! a vos y todos un beso grande