sábado, 24 de enero de 2009

No tengo tiempo

Llegaron las vacaciones, el tiempo de las no obligaciones, el tiempo de hacer nada, y acá estoy haciendo nada y sin tiempo.
¡Qué contrasentido! ¡Qué ilógica esta afirmación!
Nada más absurdo y traído de los pelos, que tener que hacer nada y no tener tiempo.
Cuanta ridiculez junta, cuanta incoherencia manifiesta.
Metida en esa filosofía absurda e inentendible.
Sigo sin entenderla, pero ¡estoy adentro!
¿Cómo es posible?
Ocupo mi tiempo queriendo entender.
No encuentro respuestas, sólo evidencias de que lo ilógico en esta vida, a veces se vuelve lógico.
Me río, pero no entiendo.
Tengo que hacer nada. En realidad nada me obliga a hacer cosas, sin embargo ocupo mi tiempo en nada y me quedo sin tiempo.
Sin tiempo para aquello que debo, sin tiempo hasta para aquellas cosas que quiero, sin tiempo para poder.
Y me relajo, me distiendo en mi nada.
Mi nada se llena de sol. Mi nada me causa placer. Mi nada ocupa mi mente.Mi nada me hace feliz, quizás por eso sea que no tengo tiempo.

Myrtita

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Está bien disfrutar de la "nada", es saludable. Lástima que el tiempo no se detiene en esa "nada" y cuando regresamos a lo que nos ocupa sentimos que hemos perdido tiempo. Loco, no?

Anónimo dijo...

Me lo contó una amiga, y no tiene desperdicios:
" Tengo mi vida organizada de tal manera que, aunque no haga nada, no me queda tiempo para hacer otra cosa"