miércoles, 26 de septiembre de 2007

El asado de Myrtita



El compromiso estaba contraído, ni las nubes del cielo, ni el pasto por barrer, ni la demora por plasmar sentimientos en estt página tirarían por la borda mi invitación. La primavera se festejaría en casa, con un asado hecho por mis manos.

No obstante creo haber citado en alguna entrada, que las manecillas del reloj, se vuelven implacables, y el tiempo se esfuma cuando nos compenetramos en algo que nos gusta.
Precisamente eso fue lo que ocurrió aquella mañana del 21 de septiembre.

Madrugué, fiel a mis principioos primaverales, y a un ritmo uniforme y sin pausas, fui desandando el camino trazado para aquella mañana: organizar el hogar, hacerlo brillar, evacuar la ropa, que se abarrota cotidianamente frente a mi lavarropas, comprar la carne, aprestarme para hacer el fueguito... y si quedaba un resto de tiempo, dedicarme a entrar algo en los QQQ.
Todo venía muy bien, pero me copé en el blog, y el tiempo pasó.
A las 11:45 hs. levanté mi cabeza del teclado, y casi muero!!!

Yo en la compu... y el fuego sin prender!!!

Me tiré escaleras abajo, y volando al fondo... las briquetas!!! Donde cornos están?? Ah.. hay tres bolsas.. pero llenas de maderitas y papeles!!!

Sólo restaba menos de la mitad de un paquete de esos mágicos cubitos hacedores de asado!!! Serían suficientes???

El instructivo, oído de boca de mi padre, alguna vez en mi vida, decía que la cantidad suficiente y necesaria de estos elementos era la que alcanzaba a cubrir el área ocupada por la carne sobre la parrilla... Y alcanzaban??

Con qué se prendían??? Salaba antes la carne?? Prendía el fuego???

Recórcholis, el tiempo seguía pasando...

Calma Myrtita.. Primero lo primero: el fuego...

Con qué lo prendo??? Ahhh... gasoil y papel... Y, surprise.. gasoil no hay... entonces... papel.

Sí, muchos diarios viejos, que por suerte y gracias al hobby del esposo, abundan en el hogar.

Y mejor si consigo palitos... Vivan los perros que diariamente, ante la falta de huesos, traen desde lo lejano del fondo ramas de ceibo.. Eso serviría...

Y empezó el desafío.

Fuego pagoda... venida abajo..!!! jaja Se desarmaba toda.

Y bueno un fosforito y a probar. Mucho vientito generado con un diario cuan primoroso abanico.

Los ojos me lloraban. Me ardían. La ceguera era incipiente.

Mis briquetas no cubrirían ni un cuarto de parrilla.

Que hago?? Lo llamo a Jorge y que me traiga más???

NOOO, mi espíritu aventurero no caería tanto. Sola debía resolver el imprevisto, antes de comerme el sermón de la montaña.

Pero Dios es maravilloso, y trajo a los Chinos, con su supermercado Muralla al frente de mi casa... y allí... resuelvo mi vida.

Rápido a los chinos, así llena de humo y tizne como estaba, a comprar aunque más no sea carbón.

Un pique y de nuevo a la parrilla.

Cómo se cuando esto se prende???? Blanquitos no se veían... el sol no me dejaba ver...Pero el fuego parecía haber arrancado....

Entonces, antes de que se apague, rápido a salar la carne...

Y las imágenes del gaucho al lado de su fueguito, tomándose un vino aparecían en mi mente

QUE GUACHOSSSSSSSSSSSSS!!! ¿ Cómo lo hacen???

A mi no me daban las manos, las patas, la mente ni el tiempo!!! Ya iban a llegar!!!

Salé la carne, volví a inspeccionar elñ fueguito, y seguía ardiendo.

De observaciones previas a experimentados asadores, el instructivo me decía, limpiar la parrilla con papel, luego de acercarla al fuego para que se le derrita la grasa, creo...

Y eso hice. La puse sobre el fueguito, y no sin quemarme, la corrí, y con bollos de diarios, "la limpié"....???

Y después??? A poner la parrilla, sobre unas baldositas para darle más altura, y a desparramar briquetas y el carboncillo....

Parecía fácil, cuando era expectadora, pero ahora en acción... Diablos cómo queman!!!

Pero lo hice, alejando esos pensamientos de " quien me manda a estar acá!!!" Pero la suerte estaba echada.

Busqué la carne, la apoyé al lado de mi parrilla (ideada y construida por la que suscribe, que demandaría una entrada propia su diseño) implorándole a mis canes que se mantuvieran lejos de ella.

Respetuosos como son mis perros, sólo la miraron, con cara de deseo, sin atreverse a acercarse...


Puse la carne en el asador, la tapé con un diario, como había visto hacerlo, y comencé a rezar, para que todo siguiera su curso.

Lejos de gozar de la paz del asador, creo que le provoqué un fuerte mareo a mi asado, luego de darlo vuelta 20 veces, para ver cómo iba, sino se quemaba, etc. etc.

En eso el timbre... Mi amiga Ale llegaba... Absorta contemplaba mi accionar hasta el momento...

Segundos después el esposo... Con aire crítico, levantó el diario....
MMmmmm.. va bien dijo...

Y Myrtita ya envalentonada respondió.... por supu!!! Todo está bajo control, y charla mediante me fui a barrer el pasto cortado mientras mi asado seguía su curso .....


Y así resultó.... con el consabido Aplauso para la ASADORA!!!! .... tierno a punto... un manjar....


Ni que hubiera sabido asar!!!


Y de ahora en más....qué???


No se ... es una pregunta demasiado pronta, ...es como salir de la sala de parto y que te digan ... Para cuando el casalito???? No???


Myrtita











2 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo esperar a probar un asado hecho por vos. Para cuando la invitación? Por qué Ale si y nos no??
Y despues preguntan porque se reunen los galanes solos...(Luis)

Anónimo dijo...

Octubre es un buen mes...no???
A nuestro regreso!!